Hace un par de años, cuando trabajaba como voluntaria en el invernadero de plantas anuales del Real Jardín Botánico, tuve la oportunidad de realizar todo tipo de tareas. En un momento del invierno, mi trabajo consistía en coger cajas llenas de pequeñas y delicadas plántulas y separarlas en sus propias macetas. ¿Adivináis cuál era mi herramienta más valiosa? Un palillo. Uno de los voluntarios me enseñó la punta de un palillo para suavementeseparar las plántulas que crecen demasiado juntas.

Esto puede parecer muy elemental, pero a mí me resultó muy útil en casa. Siempre he utilizado pinzas para arrancar las plántulas y luego las desechaba. Pero no tienes por qué desperdiciar todas esas plántulas sobrantes. Puedes trasplantarlas todas a sus propias macetas, que es lo que hicimos en el invernadero mientras nos preparábamos para una venta de plantas.

Esto es especialmente útil para las pequeñas semillas de flores que son difíciles de ver. Puedes esparcirlas en una maceta y luego preocuparte de separar las más fuertes. A veces pongo una en una maceta, pero para las plantas más pequeñas, separo dos o tres plantitas.

Este es mi súper consejo para los palillos

1. Coloca suavemente la punta del palillo junto a las plántulas y úsalo para hacer palanca y soltar una plántula cada vez.

2. Utiliza el palillo para hacer un agujero en una maceta nueva llena de una mezcla sin tierra e introduce el plantón, dando golpecitos con la tierra alrededor para mantenerlo en su sitio.

Eso es. Estúpidamente fácil, pero un truco que me resultó increíblemente útil.

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